Por: Gustavo Calleja (MORENO)
Fecha publicación: 29/04/2008
Es bueno en este aniversario realizar un balance de gestión. Creemos que en algunas cosas es una hemos avanzado. Que podamos haber reestablecido el debate el tema de la energía nos llena de satisfacción. Recuerdo que cuando iniciamos el MORENO no se debatía y para nosotros era una discusión obligada, en un país que fue guía en el mundo con su modelo energético nacional, estatal, racional y centralizado. Cuando comenzamos éramos concientes que estábamos dentro de una derrota cultural, cuya esencia consistía en que este tema se olvidara, después que se llevaron todo, desapareciera el Estado y que se enseñoreara el mercado. Era demasiado pesado para nosotros, sentíamos -en palabras de Manzi- que no podíamos 'ver destruir en sorda calma las cosas que habíamos parido con el alma'. Y empezamos a trabajar, a discutir, a pelear, pero somos concientes que una de las cosas que no hemos conseguido es dar vuelta la derrota política. Es decir, el modelo implantado en los ´90 con Menem, Duhalde, De la Rúa y Kirchner sigue vigente, avanza, avanza y avanza.Nosotros pensamos que los lineamientos para cambiar este modelo son profundos, esto no se arregla con parches. Si el sistema anterior, mantenido por un montón de presidentes con distintas orientaciones, con altibajos en su accionar, con diferencias conceptuales, permitió construir la infraestructura energética y vial, en base a la captura de la renta petrolera que ganaban las empresas estatales, con impuestos específicos y aportes del Tesoro, vemos que el proceso privatizador y desregulador iniciado en 1989 paró esas inversiones básicas, porque todos esos recursos que se destinaban a crear infraestructura se transformaron en utilidades que se iban para fuera en manos de las multinacionales beneficiadas. Y no son cifras menores, en especial los impuestos conocidos como Fondos Energéticos y Viales que se cargaban sobre el precio de los combustibles líquidos.
Las definiciones que daba Mosconi en su carta del 1º de agosto de 1929, en el día de la Toma del Mercado de los combustibles derivados del petróleo, cuando decía que 'de ahora en más los precios van a ser manejados por los poderes de la República y no por las multinacionales' y que los recursos que se iban afuera, 'que tomaban el camino del mar' decía, se iban a quedar adentro. Sus predicciones se fueron haciendo realidad y aparecieron impuestos sobre las naftas para hacer caminos: todos los caminos que tiene la República hoy, nacionales y provinciales, salvo las últimas autopistas, los pagó la renta petrolera, es decir YPF. Aparecieron posteriormente los impuestos para buscar y desarrollar el petróleo y el gas. A través de YPF y Gas del Estado los proyectos se hicieron realidad y se alcanzó a construir una gran red troncal de gasoductos y llegar en forma accesible a abastecer el 60 % de los hogares y fábricas del país.Todas las reservas que tiene la República Argentina, o los restos de reservas que tenemos, son producto de ese modelo estatal; los costos para descubrirlas y desarrollarlas los pagó YPF. Todas las represas hidroeléctricas, que son una energía renovable que sustituye a la no renovable, las pagó YPF. La red vial nacional y provincial se construyó con recursos de YPF. El mantenimiento de nuestra línea aérea de bandera, de nuestros ferrocarriles y de las empresas eléctricas y de los gastos de colonización en zonas inhóspitas, estaba cargo de YPF.
Regía el criterio de que el petróleo y el gas eran bienes estratégicos que hacen a la seguridad y a la defensa de los intereses vitales de la Nación, y el convencimiento de que todos aquellos que vivamos en esta tierra, no importa el lugar físico ni cuánto ganemos, tenemos derecho a acceder y permanecer en el disfrute de los servicios esenciales, porque somos argentinos, porque vivimos acá. ¿Por qué no vamos a tener luz, por qué no vamos a tener gas? Desde 1989 todo esto se paró, hubo una transformación, no solo se vendieron los activos sino que, además, se cedieron las rentas, que se transformaban en bienes de infraestructura; por obra de leyes, resoluciones y decretos, se fueron transformando en utilidades de las empresas y se fueron para fuera. Lo grave es que ese proceso de entrega sigue avanzando, es decir, a los tres decretos desregulatorios de Menem, le siguieron la Ley de Reforma del Estado y de Emergencia Económica, la Ley de Privatización de YPF, votada sin tasación oficial previa y con tasación de First Boston y Merryll Lynch. Y ahora sigue adelante: la provincialización del subsuelo, la ley del mercado de Gas Natural Licuado y las leyes desgravatorias. Y esto hace que no haya más reservas, porque no se exploró; son las mismas que descubrió YPF; no hay más gasoductos internos porque no se hicieron, pero sí se construyeron diez para vender al exterior; no existen más caminos, ni refinerías, ni laboratorios de investigaciones como el de Florencio Varela y, al mismo tiempo, se condenó a miles de trabajadores a ser desocupados y a zonas enteras a los más severos padecimientos sociales.
El 40% de los compatriotas que no tenía gas natural sigue sin tener acceso, el 100% del NEA, que son los más pobres, el 40% que está en el Gran Buenos Aires y que también están entre los mas desposeídos. Y los condenamos, además, no a una garrafa que valía, en la época de Gas del Estado, un 10% más, sino a pagar un combustible que vale 800% más. Una consecuencia de que los caminos sean los mismos, la muestran las estadísticas de los accidentes.Entonces, todas estas inversiones de la renta, se fueron por la venta de las empresas, la cesión de los recursos que se transformaron en utilidades y, además de todo eso, por la resignación que hizo la República Argentina de la capacidad de decidir su política energética, y especialmente su política de hidrocarburos. Uno ve en el mundo de hoy conflictos; hace 50 años que no aparecen nuevas reservas significativas de petróleo y gas. Hoy estaba leyendo los diarios y veo que, por primera vez, el militar más importante de EEUU reconoce que están perdiendo la guerra de Irak, una guerra del petróleo. Es posible que hagan otra, el petróleo provoca guerras porque es un bien estratégico. El no descubrimiento de reservas, la existencia de 10.000 productos que hacen a nuestro confort y el 50 % de la producción del campo y el 80 % de la energía del mundo sale del petróleo y el gas. Entre los grandes que consumen, y se apropian por cualquier medio de lo que hay, y los que son dueños de las reservas, existen conflictos crecientes. Y vemos que gran parte de los países sensatos tratan de ubicarse ante este panorama internacional, porque todos saben que de alguna forma, más cerca o más lejos, esto se va a acabar y hay que ubicarse; por ello cobra nuevo vigor la palabra ´autoabastecimiento´.
Y todos aquellos que copiaron el modelo de la YPF estatal, centralizada nacionalmente y de carácter cívico-militar, de conquista pacífica y descubrimiento del petróleo, todos los que copiaron esto -que en su momento fue un modelo inglés - les va muy bien. Nada más hay que mirar a Brasil: copió a YPF con 20 años de atraso y sigue avanzando. A Chile, le va mejor que a nosotros... Venezuela, Colombia, México, los países europeos, a todos les va bien. Pero todos piensan que el petróleo es un bien estratégico, no piensan que es un simple commodity, que es lo que pasa en Argentina.Entonces, las medidas no son emparchar; parches mal puestos son los que pone el gobierno. Yo me acuerdo de Menem, que para justificar su traición, decía que 'el petróleo bajo tierra valía cero', o cuando sostenía que 'un argentino estaba en una villa miseria de Córdoba estudiado el reemplazo del petróleo por el hidrógeno y el nitrógeno, que están en el agua', o un Alberto Fernández que expresa que 'todas las energías son renovables', o una presidenta que manifiesta que 'el problema energético es mundial'. Esto no es serio. Pero tampoco son serias las medidas. No hay que enojarse porque falten cosas, pero sí existe la obligación de pensar en el mediano y largo plazo, además de lo coyuntural. No tenemos petróleo ni gas porque no tenemos reservas, porque no hemos explorado, exportamos incontroladamente y sobreexplotamos los yacimientos de forma tal que hoy se nos cae la producción.Hoy a las redes de gasoductos troncales para el mercado interno les sobra capacidad porque no hay producción. Vamos a traer barcos y a regasificar, no tenemos petróleo ni gas pero seguimos exportando. Negociamos con las petroleras para ver si les damos más o les damos menos autorizaciones, pero no decimos que esto es un servicio público, no derogamos los decretos de Menem y continuamos otorgando contratos de concesión, que no existen en el mundo desde la época de los ´80.Somos el único país del mundo donde un gobernador puede manejar el petróleo. Yo les pido a ustedes que hagan memoria, ¿vieron alguna vez al gobernador de Río de Janeiro, o al gobernador de Texas al lado de Lula o de Bush, ¿o alguno al lado de Chávez? No. Son temas estratégicos que hacen a la Nación. Entonces la propuesta del MORENO se entronca en nuestras mejores tradiciones; y si la tuviera que definir lo haría por lo que dice el Artículo 40 de la Constitución de 1949, que fue el logro que se hizo -nacionalizar, estatizar, centralizar, regular- del sueño de Yrigoyen y de Mosconi.Entonces, la salida de esta crisis de desinversión, donde no hay luz, donde no hay gas, donde no hay naftas, donde no hay refinerías, donde no hay puertos ni FFCC, donde no hay nada... no es con parches ni con aumentos anticipados de precios y tarifas. Para decirlo en palabras rápidas, hace 16 años que se llevan todo y no ponen un dólar. Entonces ahora se necesitan, 4, 5 mil, 6 mil millones al año, ¿quién los va a pagar? La crisis de desinversión se arregla con una política activa de planificación, centralizada por la Nación y con sobreinversiones, pero ¿quién las paga? ¿O las vamos a pagar todos a través de aumentos de tarifas a los usuarios domésticos? A los industriales y comerciantes ya se las aplicaron y lo estamos pagando con inflación, pero no vemos inversiones. ¿Las pagamos todos dándoles recursos -al revés de la lógica capitalista, van a construir algo porque cobran antes y después lo van a hacer, no, nos van a estafar de vuelta- o mediante la decisión política de hacer la revolución de la ley? Aquello que se hizo violando la ley, no se puede convalidar por el transcurso del tiempo.La seguridad jurídica no es avalar ilícitos. Hay que anular, hay que anular las privatizaciones y actualizar el modelo nacional, estatal, centralizado y racional que tuvimos. Y tienen que ir a la cárcel todos aquellos que hayan usado los ilícitos para llenarse los bolsillos. Estas prórrogas misteriosas, por oponerse a las cuales vamos a premiar a dos chubutenses. Misteriosas, porque además ya vienen mal desde la época de Cavallo, cuando por decreto violaba la ley de hidrocarburos y de venta de YPF para poder otorgar prórrogas de las áreas principales. Esto no tiene mas salida que una aplicación dura de la ley.Por otra parte, nunca nos fue mal, ni nunca le fue mal al mundo, cuando se anularon estas cosas; no le fue mal a Chávez cuando recuperó su empresa petrolera, ni a Evo Morales cuando nacionalizó el petróleo, ni a Alvear cuando se quedó con todo el subsuelo que había sido entregado por Roca y sus amigos, no le fue mal a Illia, tampoco a Lázaro Cárdenas, para dar un ejemplo de mucho peso, no le fue mal Franklin Roosvelt cuando ocupó las áreas de Texas con las fuerzas armadas, porque es un problema de seguridad vital de las naciones.La propuesta de centralizar y capturar la renta es la que va a hacer posible construir un plan de aplicación nacional, centralizado, con grandes inversiones, desarrollando el transporte, que es nuestro hermano al lado de la energía. Yo no puedo tolerar un país en el que el 80% de la cosecha venga en camiones, es un disparate. No se puede no tener ninguna usina hidroeléctrica en construcción, una usina hidroeléctrica es restar petróleo y restar gas. No se puede invertir sólo en dos usinas en 5 años y medio, para quemar lo que no tenemos (gas y gasoil), y lo anuncian en un plan de uso racional de la energía. Está al revés. Entonces, miren ustedes las cifras de las que uno tiene que estar hablando... yo leía la pelea del campo, estamos hablando de que el incremento de ingresos que iba a tener el gobierno era de 1.400 millones de dólares, el país produce todavía cerca de 50 millones de m3 de petróleo al año, yo lo puedo valorar a 600 dólares el m3 de petróleo, tengo 30.000 millones de ingresos brutos -en dólares- y de regalías me dejan el 8%, porque nadie paga el 12% porque las provincias no tienen capacidad de control ninguno. Si me dejan 2.400 millones de dólares... ¿qué si yo le cobro lo que cobra Bolivia, el 50%? ¿Cuánto es, 15.000 millones de dólares? De allí tienen que salir los fondos para arreglar este sistema. Pero además, yo no quiero cobrarle fondos a las empresas, quiero que se vayan. Hemos cerrado alguna vez un acto con Félix Herrero, con las palabras de Alonso Baldrich, la mano derecha de Enrique Mosconi, que decía siempre con respecto a las petroleras: 'Maldita la hora en que vinieron, bendita mil veces la hora en que se van...'
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