InfoSUR

lunes, 31 de marzo de 2008

El criterio de verdad es la realidad

Mario Mazzitelli , Secretario General del PSA y la posición oficial del partido respecto al paro del campo.

Si una medida de gobierno desata una furiosa protesta en decenas de miles de pequeños productores es que algo se hizo mal. Estos productores mayoritariamente votaron (el 28 de octubre de 2007) por el actual gobierno, Recordemos que la presidenta tuvo su peor performance en las grandes ciudades y sacó la gran diferencia en pueblos pequeños y medianos.
Reconocer un error es inteligente y corregirlo de sabios. Encapricharse entonces en sostener a rajatabla las medidas, porque reconocer el error es debilitar la autoridad presidencial, resulta por lo menos un acto de soberbia. Fustigarlos como "piquetes de la abundancia" es pretender un contrasentido, nadie que nada en la abundancia se plantea con semejante tesón los cortes de rutas en tan distantes y variados lugares del país.

La presidenta ayer convocó humildemente al diálogo. Eso resulta favorable. Creemos que superar esta difícil situación en beneficio de la población que está sufriendo el desabastecimiento y encarecimiento de los productos de la canasta familiar, es un dato positivo. También para los pequeños productores y el mismo gobierno. Veremos en las próximas horas el resultado.

¿Por qué decimos que teníamos razón? Por dos cuestiones:
1.- Porque ayer la presidenta reconoció por primera vez desde el inicio del conflicto que "este Gobierno popular siempre va a contemplar los intereses de los pequeños productores", los podría haber atendido desde el primer día y no hubiera desatado el "piquete rural". Y

2.- Porque el debilitamiento de los pequeños productores, por disminución o pérdida de rentabilidad de esas explotaciones, abre la puerta de una mayor concentración de la tierra. El pez grande se come al pez chico en la misma forma que los grandes capitales y propietarios se comen a los pequeños.

Verdades y criterios

La presidenta sostuvo: "¿Cómo vamos a estar en contra de abordar el problema del pequeño productor?, pero es que detrás de los pequeños productores se esconden otros intereses, los de los grandes pooles, que son los que están diciendo que es el Estado el que se quiere llevar toda la ganancia." Es cierto. Detrás del justo reclamo de los más pequeños se escondió el insaciable interés de los que más tienen. La oligarquía aprovechó la lucha para acrecentar sus hiperganancias. Pero la responsabilidad de haber aunado a este conjunto corresponde al gobierno que planteó una política indiferenciada para unos y para otros. Si la corrige bienvenido sea.

La Oligarquía

Pero inmediatamente Cristina emite un mensaje para los poderosos: "Quiero hablarle con la sinceridad absoluta y no estoy tampoco en contra de que alguien arme un fideicomiso financiero, un pool y trabaje, este es el capitalismo y esta es la rentabilidad." Claramente no está en contra de la oligarquía. Nosotros si. Creemos que hay que replantear integralmente la cuestión agraria. Abrir un gran debate. Elaborar un plan nacional. Mucho más amplio que el restringido instrumento fiscal que son las retenciones. Pero hay que erradicar del campo la peor de las malezas: la oligarquía.

La renta

Cambiaron las formas de producción, la tecnología, los conocimientos. Lo que no cambió es la apropiación indebida de una renta que por principio, al igual que la renta petrolera, minera o ictícola, debería pertenecer al conjunto de los argentinos. Apropiación indebida que hoy se asienta en los grandes dueños de la tierra, del capital, la tecnología, los frigoríficos, el acopio, el transporte, los puertos y los fletes. Hoy se llaman Cargill-Monsanto, Dreyfus, Bunge y Born, Nidera, Grobocopatel, entre muchos otros.

La dependencia

Además debemos tener en cuenta: que producimos -prevalece la soja transgénica-, para quien lo producimos -China y en términos generales el mercado mundial y para que lo producimos -para optimizar las ganancias del capital más concentrado-, a esto se llama capitalismo, el ámbito donde manda el capital y el mercado. Y donde los mandados y subordinados somos el pueblo, incluidos los pequeños productores.

Una política nacional

Una política nacional y democrática debería replantear alguno de estos temas:
- Democratizar la tenencia de la tierra.
- Poner fin a los mega-latifundios y a las grandes extensiones en manos extranjeras.
- Diversificar la producción. Crear Institutos que fomenten la diversificación.
- Agregar valor a la producción.
- Modelo nacional de gestión del comercio exterior.
- Junta Nacional de granos y carne.
- Dirección de elevadores.
- Relanzamiento del INTA.
- Inversiones en infraestructura: ferrocarriles, caminos, flota mercante.
- Nacionalizar los puertos.
- Fomentar industrias para el sector: agro-químicos, fertilizantes, semillas, maquinaria.
- Instrumentos fiscales: retenciones, subsidios, etc-

Que un amplio y democrático debate defina algunas líneas fundamentales de un proyecto agrario de cara a las próximas décadas, es la condición para comenzar a adoptar las medidas que conduzcan a ese cambio. Transformación, reforma o revolución agraria que ponga este bien común de los argentinos al servicio de los objetivos más nobles que, incluso, establece nuestra Constitución Nacional.

El miedo.
Comenzaron a circular versiones de golpe de Estado. Ya hay varios correos electrónicos circulando. Los cacerolazos, en algunos casos impulsados por sectores que pretenden la desestabilización del gobierno, dan pie a un fantasma: se viene la derecha. Las pancartas y voces reaccionarias que pulularon por las calles de Buenos Aires, en Plaza de Mayo y en Olivos reflejadas en el discurso de la Presidenta dan identidad al hecho. Y el amigo Luis D’elia encabezando el desalojo de la Plaza de Mayo de los caceroleros, pone pimienta al asunto. Sin embargo, quienes cargamos con alguna experiencia en la vida política de este país podemos sostener que no hay peligro de golpe, ni de desestabilización del gobierno. Al menos por ahora. De manera que la posibilidad de que exista una derecha al acecho no nos puede condicionar la visión sobre dos puntos:

1.- Que la política agraria, financiera, económica, fiscal del gobierno tiene un tinte claramente conservador. Bastaría comparar hoy y hace 10 años atrás, las grandes multinacionales, los grandes terratenientes, las empresas petroleras y mineras, los bancos, los acreedores externos, las empresas concesionarias del ferrocarril, los servicios públicos, los peajes, para observar que son las mismas. Son los ganadores de siempre. Muy poco ha cambiado. Todos los factores constitutivos de la estructura dependiente de la Argentina han sido conservados.

2.- Que pensemos con libertad el futuro. La Argentina no quedará estancada en estas estructuras. Toda América Latina cruje y nosotros no somos la excepción. Mayores niveles de bienestar y justicia son reclamados por una población postergada por varias décadas. Y el cambio por venir será inevitable. Los argentinos fuimos expropiados y saqueados durante años de neo-colonialismo. Con el consecuente deterioro social, económico, medioambiental, institucional y moral. Recuperar nuestros recursos y ordenarlos conforme dicte una verdadera democracia participativa es nuestro objetivo. Un nuevo ordenamiento social, económico, jurídico, cultural y político, es posible y necesario. No será el miedo el que nos detenga.

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